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Dialogue entre Francisco Torres du Chili et l’ARBR

mardi 12 septembre 2023

Avec l’aimable et passionnée participation de notre amie Elise Voisin pour la traduction en simultané et ensuite pour la réécriture de ce dialogue nous avons choisi de publier cet entretien en dépit des difficultés de la langue.
Nous sommes ici aux antipodes des propos trop souvent répétés depuis deux siècles concernant Robespierre.
L’ARBR s’honore de pouvoir publier le témoignage de citoyens engagés de l’Amérique latine et même si l’image de Robespierre est majoritairement négative, de voir que notre révolutionnaire fait l’objet d’études et de réflexions est tout à fait réconfortant .

NUEVOS ESCORZOS EN TORNO ALLENDE Y ROBESPIERRE
1. Decía Julien Gracq que Robespierre quería que el hombre entero entre en la revolución que soñaba. La fórmula lógica de Allende es : A=A, esto es, el principio de identidad de conciencia o ley del corazón ; en Robespierre, en cambio domina el principio de contradicción o la ley de la contrarrevolución descubierta en el proceso revolucionario mismo- que, completa –modernizando en la práctica, y superando al mismo tiempo, la lectura liberal del movimiento cíclico de la teoría de la anaciclosis de Polibio, tal como los norteamericanos la utilizaron para prevenir una revolución de tipo jacobina. En este camino Robespierre supera a Montesquieu con Rousseau desmarcándose del camino de los angloamericanos.
2. Ahora, para nuestra historia nacional, su existencia plantea una contradicción de los elementos hipotéticos que entrarían en la conformación del Estado liberal burgués chileno [Montesquieu + Rousseau] en el trayecto del siglo XIX a la UP. Allí donde el equilibrio entre los dos o la armonía lo constituiría Allende, Robespierre es la oposición a esa armonía. Es decir : Robespierre es la materialización de las ideas-límites de Rousseau más allá de las instituciones-Montesquieu.
3. Más ¿que subsiste, de Robespierre, según Gracq, sino su “lección trágicamente interrumpida”, la que precisamente no se aprendió de él, la que no aprendimos, seguramente, por la sugestión franco-española-chilena, es decir, por el Frente Popular en la teoría ? Hablamos de ese acuerdo tácito, dice genuinamente Gracq : “un acuerdo para hablar una misma lengua”, es decir, para excluir a Robespierre de la historia -de Guizot a Mitterrand, de Vicuña Mackenna a Allende- que es, de suyo, parte de la hegemonía de una izquierda girondina, bastante notable hasta nuestros días.
4. Allende buscaba elevar la sensibilidad con una pedagogía exaltada lejos del gran juego [le grand jeux] : reposaba, su confianza en la Idea del Estado, y en una Idea de defensa del pueblo como negación de su autodefensa. Se vio atrapado, finalmente, en los pasillos liberales, y en los escollos de las instituciones-Montesquieu. En cambio, Robespierre va superando los escollos de las instituciones-Montesquieu [su equilibrio preventivo ; su interpretación “separatista”] lejos de la oclocracia, remonta en hechos la mezcla y dirección del Estado mixto, introduciendo fuera del campo liberal las ideas-límites de Rousseau y de Kant, desplazándose, en una política de la filosofía, como refiere el título del trabajo Georges Labica. Ese gran juego lo quiso jugar Robespierre entrando a la zona de transición [“tormenta” y “rayo”]. Volveremos sobre esto. Solo decir por ahora que Allende correspondería más a los juegos mimicry, mientras que Robespierre claramente corresponde a los Ilinx. Con Allende, en efecto, el agón histórico y la aleatoriedad, pierde área, en relación al avance de la necesidad de la tragedia griega, Pensemos por ejemplo, solo en el triple fondo de la positividad de Allende al habilitar el Traguer* [traje-soporte] de Pinochet, es decir, ser el priori para el Golpe, ser quien preguntaba por él, ser quien se habilita el momento de su muerte. por eso, es igualmente real que Pinochet creo Allende...
Quizá, este sea el verdadero descubrimiento teórico temprano que le debemos a los jacobinos : esa distancia entre uno y otro, Rousseau y Montesquieu en la ecuación, y no la síntesis, que, en cambio, encarnaría en su equilibrio Allende, según Garcés, en tanto Allende refleja el equilibrio entre la formación social y las categorías políticas del Estado liberal burgués chileno. Pero con Allende y la via chilena, la creencia en el Montesquieu angloamericano llevo a Chile a un golpe norteamericano [con esa característica].
8. Al respecto, una posición genética como la de Marc Richir, al situar al jacobonismo en el mismo canal que lo sitúa a Michelet, puede estar entrando, no solo en un frente [inter]nacional anti-Robespierre, sino que puede estar capturado en una metáfora liberal. Pues, la fenomenalizacion de las ideas-límites de Rousseau, por sobre la ideología axiomatizada del Estado liberal imprimido desde Montesquieu a los norteamericanos— es lo que podría entenderse como el corazón de la política de Robespierre [en tanto para-sí], en el marco de un movimiento contra la verdadera Gestell de la historia moderna que es el Leviatán liberal moderno…En efecto, toda vez que en Richir el jacobinismo estaría mas cercano al peso del aparato simbólico por sobre la vida del infinito fenomenológico de la voluntad general, se hallaría una inversión que habría que atender. Pues, Robespierre, es la estabilidad de la imagen de un tránsito, un nombre ; que trabaja –por así decir, el nivel simbólico- para modularlo -en el equilibrio tormentoso- con el infinito fenomenológico proteico de la Voluntad general – lejos, de la teoría liberal que va de Montesquieu a los norteamericanos, es decir, a Allende.
10. La vivencia de las contradicciones intrínsecas a la fenomenalizacion de la voluntad general se experiencia saltando la forma histórica del concepto de voluntad general. Esto es, la forma burguesa del concepto de Rousseau. En la abstracción de las contradicciones de la forma historica del concepto, queda entonces, algo de la resta entre la voluntad general como idea o representación, y las instituciones-Montesquieu constituidas luego de la revolución inglesa y naturalizados a priori ; como resultado, tenemos una masa proteica que alberga algo del concepto infinito de la voluntad general en tanto es irrepresentable. Las contradicciones entre el contenido y la forma del concepto de voluntad general, que arman los cuadros de la revolución, son descubiertas por la orientación genética de los análisis que ejecutan una especie de cálculo infinitesimal a la historia representada para alcanzar algo de la historia haciéndose.
11. Robespierre una especie de Kybernetes en el juego de pasaje agonal. Más, el efecto multiplicador de la apuesta-respuesta de Robespierre, que tiene como centro su lucha contra el A=A, tiene por resultado que la ley de la contrarrevolución lo restaure –lo tienda a hacer, cada vez- desencadenando el contrario interno en la nueva estructura. Por ello, la contradicción del partido de Robespierre, de esos terroristas menores [queridos ángeles], no es, como dice Hegel, porque serían partido de facción, ser minoría en la correlación del último minuto…. : más bien, la ley de la contrarrevolución o el terror no-virtuoso, en el sistema de la dictadura democrática del año II, causa la identidad infinita : el principio de progresión geométrica puja para que apariencia y esencia coincidan en identidad simbólica inmediata ; los efectos críticos de la llamada Ley del sospechoso del 17 septiembre de 1793 ;que fuerza a estabilizar, a reprimir, las frecuencias de la historia haciéndose, y las síntesis a posteriori* de la historia haciéndose, así lo muestran.
12. Hay en Robespierre, un realismo político, al intentar dar un nuevo esquema espiritual a la etapa que media para salir de la tormenta con una suerte de estabilización simbólica, para dar un racionalismo en el irracionalismo. Lo veremos con las estatuas. Las ceremonias y los almuerzos ante el sol. El culto al Ser supremo : como táctica notable y manifiesta. Sin embargo, el culto a la Razón, esas jornadas de presencia y presentificación – que fantasea magnéticamente en su poema Julen Graq, en torno al Ser Supremo, siendo parte de un intento de estabilización del proceso proteiforme e infinito era tal vez el reflejo, precisamente, no de un acercamiento sino todo lo contrario : el comienzo del distanciamiento que no pudo acotar su política de la distancia =su política de la filosofía, donde conflictúa el contenido [sensibilidad] con la forma del concepto.